jueves, 8 de octubre de 2015

Eramos mejores y peores

Éramos mejores y eramos peores. Lo sequiremos siendo. Siempre conviven esas dos miradas totalmente opuestas y necesarias para el equilibrio. El problema es cuando, producto de la transformación de todo ser, lo mejor del yo pasado se diluye en lo peor de ese yo, derivando en un presente misero y en un futuro infructifero sin espectativas.
Sin embargo, ahora somos mejores y somos peores. Talvez las consecuencias de las mejoras nos hicieron perder habilidades que en un pasado eran propias,  lo cual nos vuelve peores de algún modo. Si antes éramos espontáneos debido al desconocimiento de la técnica, puede que una vez que la conozcamos, el perfeccionamiento de la misma nos haga perder nuestra característica inicial. 
Cuando se adquiere algo, otra cosa se pierde. Cuando alguien nace, otro muere. Si se aprende, se desaprende. Cuando crecemos también decrecemos.